Cuidar nuestras uñas no es tan sencillo como simplemente limarlas y ponerlas un esmalte bonito. El cuidado de nuestras uñas va más allá y tiene que ver, entre otros aspectos, con nuestra alimentación. La falta de nutrientes se refleja en la piel, las uñas y el pelo.
El estrés, la deshidratación y el contacto continuo con agua o productos químicos de limpieza son algunos de los factores que pueden hacer que tus uñas estén frágiles y quebradizas. Si no llevamos una alimentación equilibrada (como por ejemplo por falta de tiempo para elaborar menús adecuados) es importante que utilicemos suplementos. Yo recomiendo un complejo multivitamínico natural.
Por destacar algunas vitaminas, diré que está comprobado que la falta de hierro genera uñas frágiles, la falta de biotina deriva en uñas finas que se rompen con facilidad, el Zinc forma parte de la queratina que constituye la matriz de las uñas, la vitamina C y en general todas las vitaminas, minerales y los ácidos grasos favorecen el buen estado de las uñas.
El estrés es uno de los factores más determinantes en la descamación de las uñas y también puede provocar que estas se vuelvan muy frágiles y se abran o se rompan. La suplementación con un complejo vitamínico natural del grupo B es importante para que el cuerpo pueda soportar períodos de estrés. La levadura y la espirulina son ricos en la mayoría de vitaminas del grupo B.
En cuanto a cuidado externos:
- Mantener las uñas y mano bien hidratadas con una crema de manos nutritiva y restauradora.
- Usar productos de higiene y de limpieza suaves y que no contengan químicos o usar guantes para la limpieza del hogar.
- Es importante limar adecuadamente tanto la punta de la uña como su superficie. Evita las limas metálicas y las tijeras. El limado debe hacerse en un mismo sentido. Yo tengo una lima de doble cara, más gruesa por un lado para rebajar la uña y otra de grano muy fino para sellar.
- Es bueno empujar las cutículas con suavidad (nunca cortarlas) y eliminar padrastros con mucho cuidado para evitar infecciones.
- Hay que tener mucho cuidado con la elección de los esmaltes y quitaesmaltes; que no contengan tolueno, alcanfor, resina de alcanfor, formaldehído o DBP. Tampoco fragancia y, como ya sabéis, evitar la acetona.
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