Cuatro impactos

Las entradas del blog las desarrollo alrededor de un tema concreto. Pero esta vez voy a contar cuatro cosas que han tenido cierto impacto en mí las dos últimas semanas.

Lo que compartimos como humanos

Estuve en un curso presencial, Mentalidad de Crecimiento. Una de las dinámicas fue juntarnos en pequeños grupos y compartir una experiencia interna que nos hace entrar en bucle. Me refiero a esa especie de mochila que cargamos a diario con ella y que creemos que, de alguna manera, ese pesar es único y nos diferencia de todos los demás. Cada cual tiene la suya y escuchar las de los otros primeramente me hacía relativizarlo, pensar que a mí no me impactaría como a ellos… porque no soy ellos, obviamente. Pero lo que sentimos con ello cada uno si es lo mismo.

Al tener esta experiencia me vino a la memoria la película Contact. Cuando la protagonista comparece en un comité de investigación y, como parte de su alegato, dice:

“Una visión del universo que nos dice, sin la menor duda, lo diminutos e insignificantes y lo raros y preciosos que somos. Una visión que nos dice que pertenecemos a algo más grande que nosotros mismos, que no estamos solos, que ninguno de nosotros lo estamos.

Que no estamos solos, compartimos una naturaleza común. La experiencia en si es individual, cada uno con su propia historia. Pero el miedo, la angustia, la esperanza que surge en ocasiones cuando creemos por unos momentos que hay una salida… todos sentimos lo mismo. Y percibir esto nos tiene que hacer, por lógica, más tolerantes.

Compórtate

Así se titula el libro que estoy leyendo, de Robert Sapolsky. No era mi intención hilar los apartados, pero la conclusión se extiende y la tolerancia también es un aprendizaje que este libro nos facilita.

Tiene grandes partes que, he de confesarlo, me salto porque explica procesos hormonales, genéticos, etc que por su extensión y complejidad no me aportan. Pero las descripciones de nuestro comportamiento como especie no puede más que desarrollar nuestra humildad.

Por ejemplo, nos comportamos de forma muy distinta cuando lo hacemos con nuestro grupo más cercano (nosotros) que con otros grupos (el ellos). Una actitud egoísta normalmente se da con el ellos y el altruismo con el nosotros. Sin embargo, esto se puede alterar por mera influencia. En un experimento, a dos grupos se les dan una serie de frases desordenadas y tiene que ordenarlas. Para uno de los grupos, el tema de las frases es sobre la lealtad, para el otro sobre la igualdad. Los miembros del grupo que ordenaban frases sobre lealtad después se sentaban más cerca de miembros de su propio grupo. Mientras que los que ordenaban frases sobre igualdad se sentaban más cerca de los del otro grupo.

Un sutil condicionante hizo que cambiara el comportamiento. ¿Qué tenemos que juzgar entonces en los demás cuando piensan de una manera o de otra si somos tan fácilmente influenciables?

Humildad y tolerancia van de la mano.

Alegría porque si

Estuve en una conferencia de Ángel Rielo en el que, como dice el título del apartado, fomentaba la alegría porque sí. ¿O es que hace falta un motivo? ¿O es que tengo que explicar la diferencia de hacer las cosas feliz o cabreado?

Fue un momento impactante. No por una idea que inflamara mis neuronas. Simplemente por eso, por la alegría. Que, aunque se le pueda dar una utilidad, es que me hizo sentir que no hacía falta. Incluso llegué a plantearme si fuera posible estar en ese estado siempre. Grité, salté, se me dispararon las pulsaciones (este reloj que tengo las mide, ojo que virguería).

Apunto en mi lista de hábitos desarrollar el sentir alegría. Tiene que ser fácil, seguro. El libro del apartado anterior me lo dice. Sólo hay que buscar “influencias” y dejarme llevar.

Y de cómo nos jodemos la vida

Que no pretendo con ello la antítesis del apartado anterior. Puede confundir, si. Pero no tiene que ver.

Es simplemente saltar a otro tema, a las enseñanzas de mi psicólogo de cabecera, Ramón Nogueras. Sigo su blog y lo que me llevo de lo que expone es, sobre todo, entender que las cosas son más simples de lo que creemos. Recuerdo una frase, a mi manera, que decía algo así como “Si de lo que te pasa quieres un trauma vete a un psicólogo”.

Pero no, eso era antes, personas como Ramón Nogueras me ha convencido que somos más normales de lo que parece. Que nuestro comportamiento es sumamente moldeable y que tiene un poder inmenso en hacer lo que somos. ¿Tienes un rollo en el coco? Enfócate en los hábitos que lo generan, cambia tu comportamiento… así a lo bestia es lo que he entendido. Pero no hagas de tu pesar un trauma, casi nunca lo es.

Aunque lo que quiero compartir de él es un grupo de entradas del blog que tratan, ahora sí, sobre el título del apartado. Explica cómo hacemos para echar a perder nuestra vida y, de paso, qué podemos hacer para que no sea así. Importante, referido a cuando te planteas un logro, un cambio importante en la vida. Por ejemplo, decides hacer un máster y no entiendes por qué no logras hacer lo que tienes que hacer para conseguirlo. Digo esto porque si estás bien como estás y no quieres complicarte la vida, por favor no lo leas.

De cómo nos jodemos la vida

Y ojo, es duro a veces (bueno, casi todo el rato) pero es un enfoque muy sensato.

Recupera tu capacidad de asombro
Recupera tu capacidad de asombro

3 comentarios

  1. Melissa Hernández

    me encanto leerte, me conecto con muchas de las ideas y me motivan. me vi el video de Ángel Rielo, super top… ya lo estoy siguiendo

  2. Alegría diría el motor de cada día. Tenemos impactos todos los días en contrario…., normal que estemos un poquito enfadaditos :-(, no?

    Cuando conectamos con ese motor que parece que difumina cualquier carga, cualquier contrariedad, nos lleva a ese lugar que cuando se siente es imposible evitar.

    Por todas las buenas razones que nos despeguen a Vivir y disipen la imposibilidad.
    Una utopía o una Alegría. Si se cree se crea, es momento de dar un salto al optimismo, el otro lugar ya esta muy pateado, retémonos en nuestro día. SIIII!

  3. De verdad que teniendo ambas visiones lo que dejas o sacrificas para lograrlo algo, te da una idea global integral y dónde tú y solo tú eres quien decides que quieres. Me encanta esta nueva forma de ver nuestra realidad y no verlo cómo una perdida de tiempo. Gracias!

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