Es el comienzo de curso escolar el que marca el inicio de las infecciones respiratorias, la difusión en el ámbito infantil es mayor y esto supone el inicio para la afectación de los adultos. En contra de la creencia popular los cambios bruscos de temperatura no es la causa determinante de un constipado, aunque si es cierto que la lluvia, bajada de temperatura y la disminución de horas de sol… hace que tengamos una mayor incidencia de desgana, cansancio y un estado de ánimo más bajo. El catarro común sigue una secuencia de sintomatología bastante habitual: dolor de garganta, malestar general, con o sin fiebre, obstrucción nasal, mucosidad, tos seca o ligeramente productiva.
Una buena alimentación rica en vitaminas favorece una inmunidad natural, mejorando la prevención y el proceso de recuperación. Lo ideal es poder consumir productos frescos, recientemente cosechados y en variedad suficiente, pero los estilos de vida modernos lo ponen muy difícil. Así, una opción es consumir suplementos que nos garanticen la ingesta diaria que precisamos de nutrientes.
Los principales causantes de las enfermedades respiratorias son los virus y las bacterias. La piel y Las membranas mucosas son barreras externas, la primera línea de defensa del organismo evitan la fijación de las bacterias. Los glóbulos blancos, células inmunitarias son la barrera interna, luchan con los virus y bacterias una vez que han entrado en el organismo.
La vitamina C es necesaria para la formación de los macrófagos. Los Macrófagos son las células más importantes del sistema inmune que se forman en respuesta a una infección. Aumenta la producción del interferón, proteína que como su nombre indica “interfiere”, actúa impidiendo la entrada y la proliferación de cualquier otro virus. La deficiencia de esta vitamina está asociada fundamentalmente con la carencia de tejido conectivo, membrana que recubre los órganos, como hemos visto anteriormente la primera línea de defensa. El colágeno se forma a partir de la vitamina C por lo que esta vitamina es especialmente importante.
Los fitonutrientes, componentes de las plantas que les dan aroma y color, nos proporcionan protección antioxidante. Los bioflavonoides cítricos producen una mayor actividad de la vitamina C, de forma que la combinación de ambos puede ayudar a reducir los efectos de las enfermedades inflamatorias, incluso puede variar la función de algunos virus y bacterias. La hespiridina es un bioflavonoide cítrico formador de colágeno en el tejido conectivo.
La vitamina A tiene un papel esencial en el sistema inmunitario, ayuda al cuerpo a la formación de los linfocitos que son un tipo de glóbulo blanco que defienden el cuerpo contra las infecciones. Otros elementos que también favorecen la producción de glóbulos blancos son la vitamina D, Ácido fólico y zinc. La vitamina A ayuda a la formación y al mantenimiento de tejidos blandos y membranas mucosas y calma la irritación. Es liposoluble y se almacena en el hígado, por lo que es mejor la provitamina A que se encuentra en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras, evitando así la acumulación toxica de vitamina A y favoreciendo que el organismo use los precursores según los necesita. El tipo más común de provitamina A es el betacaroteno.
El licopene es un fitonutriente carotenoide que protege las membranas. Otros fitonutrientes que pueden favorecer la prevención y recuperación es el romero por sus propiedades antisépticas, antimicrobianas y antiinflamatorias.
Los beneficios de una buena nutrición son múltiples. Una buena alimentación es esencial para el cuerpo y todo su sistema de funcionamiento. La concienciación de la necesidad de crear buenos hábitos alimenticios es una preocupación mundial y nuestro compromiso es divulgar y proporcionar complementos que lo favorezcan.