Cuidamos lo que comemos conscientes de los beneficios de la alimentación, incluso nos suplementamos para que nuestro pelo luzca saludable.
¿Pero y tu champú aporta o elimina la protección natural de tu cabello?
Lavarse el pelo es un acto tan cotidiano que apenas reparamos en él.
Sabemos que el pelo sufre con el estrés, con la contaminación y con el exceso de sol, que los tratamientos con tintes, planchas y secadores castigan.
Los tintes son irritantes porque pueden alterar las capas superficiales de la fibra capilar y producir alteraciones estructurales en la misma. Los tintes sin amoniaco son una opción menos perjudicial para el cabello.
Puede que hayas oído hablar de una corriente conocida como No POO (no usar champú para lavar el cabello), utilizan únicamente agua, bicarbonatos y vinagre, básicamente alegando que sus químicos son dañinos y debilitan el cabello, entre otros efectos indeseados. Sin embargo, los dermatólogos no coinciden con este punto de vista. El pH del aceite natural que se genera para proteger el cabello es de 5 y cualquier pH significativamente más alto o bajo, eliminara el aceite esencial el pH del vinagre es de 2,9 (muy ácido) y el del bicarbonato está entorno al 8, lo que puede irritar el cuero cabelludo, favoreciendo la aparición de una dermatitis irritativa. Esta dermatitis, cuando es muy intensa, puede incluso favorecer la caída del cabello.
Evita sustancias que pueden irritar el cuero cabelludo e incluso producir alergia, como son el alcohol, algunos conservantes, o las fragancias.
No es necesario acudir a remedios caseros para disfrutar de un champú suave, puedes encontrar productos que están especialmente formulados para los diferentes tipos de cabellos a base de extractos naturales, que son más fáciles de absorber que los artificiales por ser su composición más parecida a la de nuestro cabello, esto otorga una mejor salud al cabello y un aspecto radiante.
El pelo está recubierto por una capa de lípidos y agua que envuelve su superficie y la protege. La parte más externa del cabello está recubierta por escamas que están selladas si el cabello está saludable, en un cabello castigado desaparece la unión entre ellas y se abren. La ceramida es un lípido que unen las escamas. Su labor es mantener la propia hidratación y proteger de los factores externos. Los aceites vegetales tienen una estructura muy similar a la de las membranas celulares, lo que permiten suplir la pérdida de la misma
Estudios médicos aseguran que los champús son productos cosméticos que sirven para limpiar el cabello y ni deterioran el crecimiento del pelo, ni hacen que se caiga.
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Muy bien. La verdad es que habiendo productos muy buenos en el mercado en general, no entiendo como algunas personas se complican la salud con productos caseros que te pueden perjudicar. Que se informen bien antes de hacer esas locuras y así no coeere el riesgo de quedarsen calvos. 😉
Cada vez son más las corrientes que abogan por la elaboración propia de cosméticos. Como todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Si bien es cierto que es la mejor forma de saber su composición, no siempre resulta tan barato como pensamos, y su elaboración requiere de tiempo para obtener los ingredientes y elaborarlas, su vida útil es muy corta (hablamos de días). La principal razón que argumentan estás corrientes es evitar los conservantes, pero sin estos el crecimiento de microorganismos (bacterias, levaduras y hongos) es inevitable. Existen fabricantes responsable que usan conservantes naturales que son antiséptico y antioxidantes que alargan la vida del producto sin provocar daños.