En esta entrada que publiqué hace unas semanas
Mencioné un libro que hace poco ya he terminado, donde se analiza la empatía desde un punto de vista biológico
Básicamente la empatía se define como la participación afectiva de alguien en los sentimientos de otra persona. Y aunque en muchos textos se defiende como la característica que más nos define como humanos, realmente su utilidad es egoísta porque su función es evitar que suframos el dolor que otro sufre. Si sabemos que algo hace daño a otro y comprendemos su dolor entonces haremos por evitar eso que nos puede hacer daño. Además, nos puede llevar a pensar que sólo por sentir ya hemos hecho algo, cuando realmente no hemos tomado acción.
La empatía no es un fin en sí misma.
El autor nos deriva a otro texto donde se trata en profundidad el tema. Sin embargo, lo que si menciona como realmente altruista es la compasión racional. Narra el experimento que se hizo con Matthieu Ricard, un monje budista. Se le pidió que sintiera empáticamente el dolor de otras personas. Esa conexión le resultó insoportable y le hizo sentir emocionalment exhausto. Luego se le pidió que lo hiciera de otra manera, centrándose en pensamientos compasivos, y su activación cerebral fue totalmente diferente, describiendo la experiencia como “un cálido estado positivo asociado con una fuerte motivación prosocial”.
Es decir, una cosa es empatizar con el dolor de otros y otra es pensar en el bienestar del otro y ayudarlo en ello. En el fondo la empatía provoca una respuesta de huida del dolor, mientras que la compasión nos mueve a acciones que persiguen el bienestar del otro. Y siempre tendremos una respuesta más activa si conseguimos desvincularnos emocionalmente del dolor compartido.
Si bien es cierto que hacer el bien tiene en muchos casos también una connotación egoísta, porque con ello, consciente o inconscientemente, perseguimos beneficios públicos como reputación, aclamación…o de una manera más benigna, simplemente el catalogarse a uno mismo como una buena persona. Que no por ello hay que rechazarlos, al final lo que cuenta es el acto y su impacto en el mundo.
Entonces el mejor comportamiento entronca con lo que expuse en esta otra entrada del blog
En la cual se hablaba de la capacidad humana superior de la autoconciencia, en este caso de la toma de decisiones basadas en un cuestionamiento moral. “Hago el bien sólo porque entiendo que es lo que hay que hacer, sin ningún otro condicionante”.
Pero, aunque pueda parecer que es tremendamente difícil, que hay que poner en funcionamiento nuestras más desarrolladas capacidades racionales, al final no pasa de ser una de otras tantas normas que con facilidad seguimos en nuestras vidas. Por ejemplo, robar está mal y no hacerlo no me cuesta esfuerzo porque simplemente no lo hago. Así, del mismo modo, la compasión puede regir mi comportamiento con los demás, sean personas, animales o cosas. Y el arte está en incluir este comportamiento como uno más de los que tenemos implícitos y automáticos, como puede ser montar en bicicleta, respetar a un anciano…
La gran pregunta es por que hay personas que le dan mal uso a esas «capacidades racionales» y se salen del comportamiento moral para erir o perjudicar a otras personas sin controlar el daño emocional que puedan causar?
Hola, Nacho.
Una respuesta única a tu pregunta es imposible. Da para un libro.
Pero me mojo con una. Considero que la mayoría de las personas no usamos correctamente nuestras capacidades debido al entorno en el que nos desenvolvemos. La cultura imperante en cada momento es la base del comportamiento social y ahora mismo lo que prima es el individualismo desde un enfoque económico. No es cuestión de buenos y malos en particular, es cuestión de todos y de lo que fomentamos, desde una ley hasta una tolerancia mal entendida.
la compasión deberia ser nuestra misión diaria. Hoy todos vivimos a un ritmo acelerado y no damos tiempo a entender porque el otro actua de la forma en que lo hace. Ser compasivo primero con nosotros mismos y luego con los demas nos permite activar acciones positivas, lenguaje generoso y realmente compasivo. Nos hace realmente empaticos con el otro si lo miro y siento sin juzgar
El comentario es interesante y bien argumentado. El autor hace una distinción importante entre empatía y compasión, y sostiene que la compasión es la forma más altruista de comportamiento. Estoy de acuerdo en que la empatía es una capacidad importante, pero no es suficiente para el comportamiento altruista. Mientras que la compasión racional es la forma más elevada de compasión, ya que se basa en un entendimiento profundo del sufrimiento del otro y un deseo genuino de ayudarlo.