Estamos perdiendo nuestra luz

Un libro que he leído hace unos meses El valor de la atención de Johann Hari explica los motivos de la pérdida de atención que padecemos a nivel global; entre ellos la alimentación, la contaminación, la falta de sueño, las redes sociales y el sistema económico (del cual emanan varios de los anteriores).

Una de las referencias que sirven de hilo conductor en el texto son las entrevistas que hizo a varias personas. Las que más me impactaron son las realizadas a diseñadores de tecnologías de empresas de redes sociales. Explican cómo desarrollos que, inicialmente, se llevaron a cabo para enriquecer la experiencia del usuario, al final terminaron siendo meras herramientas de generación de mayores beneficios.

De esas personas, la que me ha resultado más relevante es James Williams, que fue estratega y alto cargo de Google durante años. Actualmente trabaja en la Universidad de Oxford estudiando la atención humana. Fruto de sus estudios, piensa que la atención adopta tres formas distintas, que las clasifica en forma de capas, y todas se están viendo afectadas. Aquí las enumero y resumo el texto original, pero no tengáis dudas de que es mucho más enriquecedor leerlo en el libro.

La primera capa sería el foco. Es cuando nos enfocamos en acciones inmediatas con la pretensión de lograr un objetivo. Si el foco se ve alterado por una distracción, entonces no somos capaces de llevar a cabo estas acciones. ¿Cuántas veces nos hemos propuesto terminar de escribir algo que teníamos pendiente, abrimos el ordenador y nos enredamos con el Facebook? ¿O tenemos planeado realizar unas tareas por la mañana y el Instagram nos engancha fácilmente una hora?. Y ya no las redes sociales…

La segunda capa es lo que llama la luz de estrella. Sería la atención que ponemos a las metas a largo plazo, proyectos que nos llevan un tiempo (días, semanas…). ¿Cómo va ese emprendimiento que hace tiempo decidimos desarrollar, pero pasan los meses y nada avanza? ¿O qué tal con la intención de construir una mejor relación con ese amigo que, poco a poco, vamos dejando relegado en el tiempo?. Cuando percibimos que hemos perdido de vista estas metas, alzamos la vista a las estrellas para recordar la dirección en la que queremos avanzar. Si dejamos de mirar a las estrellas empezaos a olvidar a dónde nos dirigimos.

La tercera capa es la luz del día. Sería la atención que nos permite definir esas metas a largo plazo. ¿Cómo sabemos que queremos emprender ese proyecto? ¿Cómo sabemos que queremos tener una mejor relación con un amigo?. Si no somos capaces de reflexionar ni pensar con claridad no podremos averiguar estas cosas. Si la luz del día no inunda nuestra mente no seremos capaces de ver con claridad, no podremos definir cómo queremos ser ni a dónde queremos ir. Es la forma más profunda de distracción, dejamos de tener ese espacio mental para crear una historia de lo que somos y terminamos sintiéndonos perdidos.

Sólo somos capaces de encontrar nuestra luz si tenemos períodos sostenidos de reflexión, divagación y pensamiento profundo. Y la crisis de atención que sufrimos nos priva de tener estas tres formas de concentración. Estamos perdiendo nuestra luz.

En su libro, Johann Hari añade una capa más, la luz de estadio. Es la capacidad de vernos los unos a los otros, oírnos y trabajar juntos para poner metas colectivas y luchar por ellas. El consumismo y la cultura del éxito personal, que priorizan el bienestar personal sobre las relaciones humanas, hacen que perdamos esta luz, que no dediquemos tiempo a reflexionar sobre ello y perdamos de vista la fuerza multiplicadora del trabajo grupal, no sólo con mejores resultados sino también generando un sentido de pertenencia y bienestar comunitario que son necesidades humanas innatas.

Este es un ejemplo del uso de las metáforas. Os animo a leer esta otra entrada en la que hablo sobre ello.

Metáforas