Balance

«La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes»

John Lennon (Beautiful boy)

El momento

Hay cosas que vemos una vez y nos quedamos con ellas, a modo de huella indeleble. Algo aprendido que, cuando otro hecho nos lo hace recordar, salta a la memoria más reciente, acompañado de una serie de emociones que son las responsables de que se quedara grabado así.

En una entrevista a un científico este explicaba por qué, de ancianos, solemos recordar más las cosas que nos pasaron cuando éramos jóvenes. El cerebro, em su continuo afán de facilitar nuestra supervivencia, nos trae a la mente aquellos recuerdos que nos ayudan a dar sentido a nuestra vida. Y es en la juventud que nos pasan las cosas que más nos impactan, como puede ser casarse, el nacimiento de un hijo… o, en el caso de otra generación, hacer el servicio militar.

Pensemos en tanta gente que vivía en el campo y la actividad de sus padres era la que ellos heredaban. Poco más reseñable pasaba en sus vidas, salvo los meses del servicio militar. Nuevos conocidos, cosas que no habían hecho nunca y nunca más volverían a hacer. Por eso es de las etapas en sus vidas que más vívidamente recordaban.

El funcionamiento de nuestro cerebro no habrá cambiado, pero creo que es generalizado que son más los eventos reseñables que quedan en la memoria como hitos. En mi caso, si me pongo a pensar en uno de ellos, el más reciente está muy cerca en el tiempo. Quizás sea porque el estilo de vida actual es más diverso y acelerado, quizás por cultura de tener que estar siempre activos.

Tal vez también tenga que ver con el carácter. Me acuerdo de un orador motivacional que comentaba que él era un “Si, venga”, que cualquier cosa que le proponían (obviamente con unos filtros mínimos de disposición y ética) accedía a ella. Obvio es entonces que así te pasan más cosas y, corres el riesgo, para bien o para mal, que las experiencias sean intensas y queden marcadas en la memoria.

Un acontecimiento reciente es lo que me lo ha traído a la memoria. Me he acogido a un PSI (plan de salida incentivada) que la empresa para la que trabajaba me ha ofrecido. Ha supuesto, durante unas semanas, una borrasca interna de dudas, esperanzas, novedades. Poco a poco va pasando y, al tener más tiempo, he podido dedicarme a poner en orden muchos de los pensamientos que me siguen surgiendo.

Transformación1
Ahmad Odeh

Lo pasado

Tiene su peso en la medida que le dejemos. No he conseguido cosas que he querido y batallado por ellas. A lo mejor ha sido negativo no el hecho de estar en la brecha sino la desazón de los fracasos y la angustia de la incertidumbre.

Puede más el miedo a no cumplir que el placer de estar al día. Desde que lo aprendí, mi mayor esfuerzo de estos últimos años ha estado en enfocarme en cada una de las cosas que tenía que hacer e ir cumpliendo plazos, obviando lo que quedaba pendiente para evitar “el dolor”. El resultado puede ser incierto, pero saber que has hecho lo necesario te deja dormir tranquilo.

Uno de los libros que leí hace un tiempo es Zen en el arte del tiro con arco, del que extraje el concepto de aprendizaje por repetición. Simplemente es hacer una y otra vez, sin entrar a valorar emocionalmente el resultado. Hago, observo, corrijo, hago… llegando a un estado de rutina inconsciente y acercándonos cada paso un poco más a la perfección. Pero esto es algo que lo he entendido con el paso de los años.

Lo que viene

Miro la edad que tengo, en este año alcanzo los 58, observo la realidad social y me deja preocupado. Es un obstáculo en cuanto al mercado laboral. Y es normal ya que he trabajado 34 años y es difícil pensar dejar de hacerlo. También he desarrollado empresa propia, probablemente sin el compromiso suficiente arrastrado por la dedicación al trabajo.

Es normal que nos dejemos llevar por las creencias generalizadas, nos pasa a todos. Socialmente impera una ideología y, en base a ella, se diseña el mundo. Pero lo que destaca en las últimas décadas es que la ciencia se ha dedicado a analizar los datos de lo que realmente ocurre.

En esta entrada del blog

La ciencia del éxito

Mencionaba a Albert Laszlo Barabási y su libro La Fórmula. Uno de sus análisis más relevantes es el del efecto de la edad en el éxito. Podemos ver en este vídeo Ted la narración de los resultados. Comenta que crear una compañía es seguir intentando. Muchas personas entre 20 y 30 años crean muchas compañías, pero muchas también fracasan. Pero, fijándonos en los buenos resultados, cuanta más edad tengas más probabilidades tienes de lograrlo. Con 50 años se tiene el doble de probabilidad que con 30 de formar un camino exitoso.

3 comentarios

  1. Eu me encantei com o que escreveu sobre o passado, você me deu dois conselhos que eu realmente precisava ouvir ou ler!
    Com 46 anos vivendo em um pais que não nos dá possibilidades de uma vida plena e tranquila, fico com a ideia fixa de sair do pais e o medo de tomar uma decisão ruim e com o avanço da idade não tenho mais tempo para erar.
    Un gran saludo desde Brasil.

    • Creo que el impacto que nos provoca una idea no es fruto del momento sino de algo que ya está en nosotros que simplemente aflora.

  2. Miguel, son geniales tus Blogs cuánta conexión, verdad y realidad
    Gracias por darnos un paseo por lo fácil y lo no casi fácil.
    El Vivir en tiempos de cambios tan dirigidos que no surgen por evolución en sí, así sería muy liviano, hasta el proceso más increíble sería “natural” como el Renacer de la mariposa. ✨✨⚡️Gracias

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