Desgranar un libro

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El sistema económico de nuestra era

Hablaba sobre un libro que leí hace poco y una de las principales ideas que había extraído. Pero los buenos textos son mucho lo que aportan, como una espiga de cebada se puede desgranar. Quizás el resultado sea algo denso. Así que si entras al trapo y lo lees, hazlo con tiempo.

El mito del talento

Desde la década de los años 70 del siglo pasado hasta ahora, los salarios de los altos ejecutivos se han disparado. La justificación ha sido que es el mejor modo de atraer y retener el talento.

Esta idea se basa en un informe publicado por la consultora McKinsey & Company “La guerra por el talento”. Lo que terminó derivando en un libro y en un negocio suculento para la consultora. Además, vino muy bien la promoción que del informe hicieron los principales beneficiados, los altos ejecutivos.

El informe se basaba, sobre todo, en que algunos demógrafos de Naciones Unidas pensaban que, “en Estados Unidos, en dos años, las personas de entre 35 y 44 años iban a estabilizarse en un 15% menos del máximo previsto”, con lo cual la oferta de ejecutivos caería. Pero no se tuvo en cuenta factores como la inmigración, la globalización del mercado de ejecutivos, el incremento de la entrada en el mercado laboral de más graduados y titulados en MBA… Y el resto de los motivos que daban para declarar esta “guerra” eran conjeturas.

En los años siguientes aparecieron dos análisis críticos:

  • El otro, El Mito del Talento, de Malcolm Gladwell, explica que donde McKinsey consiguió aplicar su ideología fue en Enron. Allí la desarrollaron al extremo y terminó, como todos sabemos, con el fin de esa compañía.

Trabajos de mierda

Se trata de un ensayo que terminó siendo también un libro.

Este es su recorrido:

  • Partimos de las previsiones de Keynes sobre cómo sería el tiempo de trabajo de nuestra generación. La productividad crecería tanto que nos permitiría vivir trabajando 15 horas a la semana.
  • Considerando el caso paradigmático de Kellogs: la empresa da a los trabajadores el mismo sueldo pasando de 40 a 30 horas semanales y, a los pocos años, los trabajadores piden a la empresa volver a las 40 horas cobrando más.
  • Llegamos a nuestra sociedad actual donde no se cumple la previsión de Keynes y trabajamos más que nunca.

Básicamente explica que la sociedad, paulatinamente, ha seguido trabajando lo mismo para amoldar su estilo de vida al nivel de consumo posible. No hemos perseguido una mejor vida sino un mayor consumo. Amén de que una sociedad ociosa puede resultar peligrosa.

Pero dado que si que hemos logrado la situación de productividad anunciada por Keynes ¿cómo es que hay que trabajar tanto? Fácil, nos inventamos trabajos no necesarios y aderezamos con una ideología adecuada: el trabajo dignifica, etc…

Soy consciente de lo chocante que puede resultar el planteamiento, pero animo a leer el ensayo y luego el libro para entenderlo. Suelo ser escéptico con los planteamientos radicales, pero no por ello los desdeño porque puede que no sean toda la verdad, pero si suelen ser parte.

Hace 70 mil años

Este relato me dejó cierto sentir melancólico. Unos arqueólogos descubrieron en Sudáfrica un asentamiento humano de 70mil años de antigüedad. Lo destacable del mismo era que los seres humanos que allí vivieron tuvieron los recursos para hacer adornos, colchones confortables, trabajar el cuero, etc más que otros asentamientos coetáneos.

El principal motivo por el que tenían una mejor calidad de vida que otros es porque habían descubierto el arco y las flechas. Eso les permitía tener más caza y dedicarle menos tiempo.

Lo interesante es que no fue hasta 60mil años después que la tecnología del arco hizo prosperar a distintas poblaciones de Europa y Asia, marcando así un hito en la civilización. Pero ese adelanto no tuvo más recorrido para los seres del asentamiento porque terminaron desapareciendo y con ellos su descubrimiento.

No es sólo una tecnología la que supone un punto de inflexión en la evolución humana. Se necesita otras contemporáneas y una serie de circunstancias de desarrollo cultural, económico, etc para que la invención prospere y apoye el desarrollo del grupo.

Caza de persistencia

Estamos acostumbrados a reconstruir el pasado de nuestra especie en función de los restos arqueológicos que dejaron nuestros ancestros. Así, por ejemplo, el caso del arco se pudo investigar por los restos de ciertos materiales.

Pero ¿cuántas cosas quedan sin descubrir porque no queda nada? Aunque hay otras formas de estudio, como puede ser ver cómo viven actualmente algunos pueblos que todavía persisten como nómadas Como es el caso del pueblo San en el desierto del Kalahari y su método de caza de persistencia.

Consiste en que, siendo el cazador más lento que la presa en distancias cortas, se la persigue sin descanso. Los mamíferos perseguidos necesitan parar para descansar de las cortas y veloces huídas. Sin embargo, el humano va más lento pero a un ritmo constante, además de tener la ventaja de la sudoración que va regulando la temperatura de su cuerpo. Al cabo de unas horas el cazador alcanza a su fatigada presa. Incluso no necesita tener un arma, sólo llegar, agarrar a la presa y ahogarla con sus manos.

Se cree que este sistema fue el principal método de caza que utilizamos durante mucho tiempo. Además, adaptaciones como el bipedismo facilitaron la técnica, más lentos en carreras cortas pero más resistentes.

Esta figura me sirve de metáfora. En la maraña de cosas que hacer, en el proceso de los grandes proyectos, prefiero asimilar la tarea como una caza de persistencia. Coger ritmo y no parar, sin tener que agobiarme, paso a paso.

Libro1

3 comentarios

  1. «Coger ritmo y no parar, sin tener que agobiarme, paso a paso.» que buena conclusion, en este mundo en donde la inmediatez, el ya, el quiero todo… se esta volviendo cotidiano, esta reflexion nos permite respirar sin parar.
    Cuanto por aprender, cuando por enseñar a las nuevas generaciones. No todo se aprende viendo el pasado, mucho se aprender entendiendo el presente

  2. Como decimos en mi país, «sin prisa pero sin pausa». Poco a poco pero persistentemente se alcanzan los objetivos.

  3. Rafael da Silva

    Perfecta conclusión!!! He sido víctima de ese inmediatismo absurdo que la sociedad nos impone y que, algunos, caemos en esa trampa. Por suerte o por tantas ostias y por las ganas de cambiar, poco a poco voy cambiando el chip y tomando las cosas más sin prisa pero sin pausa, como ha escrito Rainier.
    No importa el ritmo, lo que realmente importa es no parar!!!

    Éxito siempre!!!!

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