Coaching y autoayuda

Hace unos meses me impactó la noticia de que el gobierno británico estaba diseñando un plan para ofrecer, como alternativa a la baja laboral, coaching a las personas afectadas por depresión. El impacto me vino sobre todo por estar al corriente de las críticas que recibe el coaching, principalmente por suplantar tareas que les corresponden a profesionales de la salud mental.

Por otro lado, el coaching plantea una idea de partida: el responsable de todo lo que le ocurre es el propio individuo. Pero es un planteamiento simplista. Pasa por alto las condiciones de vida, las circunstancias de cada uno… El malestar principalmente lo generan las circunstancias, si estas son favorables el individuo está bien.

Además, si de los 2,5 millones de personas con baja laboral de largo plazo en UK, el 53% (1.351.000) lo están por depresión, parece más una falla del sistema que del individuo. Pero imaginemos que el problema realmente estuviera en el individuo… más de un millón de individuos problemáticos es, lo considero obvio, síntoma de un problema social.

Esto lo analiza brillantemente James Davies en su libro Sedados, añadiendo un factor más a esta perniciosa ecuación: el negocio que genera el tratamiento de la depresión, no sólo por el coaching sino también por el uso excesivo de medicación como tratamiento de los síntomas que no solucionan el problema de raíz.

Como el coaching, la autoayuda está siendo muy criticada y, básicamente, por los mismos motivos: una mercantilización exagerada, una simplificación de la realidad del individuo, etc. El propio nombre genera un conflicto de conceptos: la ayuda siempre viene derivada de la necesidad que tenemos unos de otros y, por tanto, no tiene sentido el prefijo “auto- “. Es un concepto forzado, pero cumple su función publicitaria.

Sin embargo, hay una parte de lo que se cataloga como autoayuda que es realmente útil. El principal exponente es Dale Carnegie que se hace famoso con su método de hablar en público (y posteriormente con el desarrollo del trato personal) en una época en la que la gente se trasladaba en masa del campo a la ciudad. Pasar de tratar con vecinos cercanos en el campo a interactuar con cientos de personas en la ciudad fue un hándicap para muchas personas en esos años. La formación que facilitaba Dale Carnegie ayudaba a esas personas a adaptarse a esa nueva situación.

Quizás la mejor pista que he encontrado para distinguir el grano de la paja con la autoayuda es un texto de Ramón Nogueras:

“[…] antes de los 60, la autoayuda (por ejemplo, el libro clásico de Dale Carnegie Cómo hacer amigos e influir en las personas) se enfocaba en hacer lo correcto. Tras los 60, el foco pasa a convertirse en lo correcto.”

Ese es el principal problema de gran parte de lo que se llama hoy autoayuda, pretende que las personas mejoren pasando por creerse que son algo, cuando la mejor forma de construirse uno mismo es desarrollando habilidades personales.

Uno de mis textos favoritos de este género es Los siete hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen R. Covey. Facilita un método de gestión personal sencillo, esquemático y fácil de seguir, enfocando sobre todo en el bien hacer.

Recomiendo también este vídeo de Jesús González Maestro en el que hace una crítica brillante de un libro de mala autoayuda. Me quedo con este consejo suyo: Dejen de filosofar, reemplacen la filosofía por el trabajo y verán cómo la vida adquiere un relieve mucho más importante porque les exigirá hacerse compatible con la realidad. Pónganse a trabajar; es la mejor forma de autoayuda.

https://unsplash.com/es/@austindistel

3 comentarios

  1. Sinceramente, no había visto tanta síntesis de calidad en tan pocos fragmentos. Chapó. Sabiduría en todas la aportaciones. Gracias.

  2. EU vou concordar com Annia. Realmente são palavras muito sábias e resumiu muito bem…
    Em relação ao tema das pessoas sem trabalho estarem deprimidas, e tantas pessoas! Sem dúvida o problema está no estado e no processo para conseguir emprego.
    Nós somos atacados pela mídia por valores «Liberais» a todo momento e porque não existem campanhas nesta mesma mídia para cobrar os governos para gerar empregos com politicas publicas que realmente tragam as pessoas para o trabalho produtivo, fora dos grandes centros.

  3. Pingback: Filosofía del individuo - Drago Networking

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