Re-descubriendo

En ocasiones encontramos una lectura, una frase, una idea que nos emociona. Nos queda la sensación de que hemos descubierto algo que da forma a una parte de nosotros que no sabíamos expresar y nos abre una posibilidad de toma de acción definida.

Pero, casi sin darnos cuenta, nuestra rutina de vida rápidamente nos hace posponer, perdemos la fuerza de la emoción y dejamos el tesoro sin sacar del hoyo.

Luego nos topamos de nuevo con ese descubrimiento y es extraño, pero vigorizante, sentir de nuevo lo mismo, las mismas posibilidades. Me pasó hace poco, revisando la web donde tengo alojado el blog, viendo esta página

Tendencias. Hacia qué vamos

Mark Stevenson es experto en tendencias globales e innovación. Le he visto en vivo en dos actos a lo largo de los años. Uno fue, el más reciente, en la presentación de un libro suyo en el Espacio Fundación Telefónica. El otro fue presentando el club de los optimistas pragmáticos en un acto celebrado en Madrid. Este club, aunque no ha tenido mucho recorrido, recogía una serie de principios que tienen en común las personas que comparten la visión de un futuro mejor. En esta entrada hablé de ello.

Los 8 principios de los optimistas pragmáticos

Volviendo a las tendencias, lo más importante de entender en este tipo de visión es que aventurarnos en el futuro no significa que seguro esas cosas vayan a pasar. Al final, el mundo se rige por ideologías imperantes que prosperan por el poder que las sostiene. Así, cualquier cambio precisa en última instancia de emprendedores del cambio que hagan que las cosas pasen.

Por ejemplo, siempre me viene a la cabeza esa visión de Bill Gates de que cada persona pudiera tener un ordenador en casa. Quizás no nos damos cuenta cuando lo tenemos normalizado, pero esa visión y su empeño nos ha llevado a una realidad que, ciertamente, ha democratizado la tecnología a unos niveles que ya no podemos imaginar la vida sin ella.

Uno de los ejes del cambio social que menciona Mark Stevenson como tendencias, lo cito aquí

El cambio abre multitud de posibilidades para el futuro y de ello somos responsables la sociedad, tenemos que reinventarlo y para ello ya no valen las reglas de la sociedad industrial porque sólo sirven para mantener ese sistema.

Tiene que ver con lo que mencionaba antes, los cambios no es que se vayan a producir con seguridad. Al final todos, como sociedad, somos responsables de que realmente ocurran. Es por eso por lo que considero el emprendimiento tan importante. El cambio es, compartiendo una visión, de cada uno de nosotros a nivel individual. Quiere decir que no se trata de llevar a cabo grandes proyectos, simplemente con nuestro propio proyecto personal es suficiente.

No estamos obligados a hacer nada, es como dice Mark refiriéndose al optimismo: es un posicionamiento moral. Si creemos que el mundo debe cambiar entonces tenemos que asumir como propia la acción necesaria.

Foto de David Tomaseti en Unsplash

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